YAMAHA XSR900 «De Buena Familia»

 

No solo verla, sino también probarla, ha orientado mejor mi esquema mental sobre esta filosofía. “Heart and soul”, como ellos dicen. Las primeras fotos de esta Yamaha me sorprendieron más de lo que esperaba, algo así como una FZ-09 “decorada”… y ya está. Lo que en cierto modo desconocía, sin duda por falta de contacto directo, era la filosofía Faster Sons, con la que definitivamente han ganado mi corazoncito. Cierto es que lo tienen fácil, porque crecí con las primeras “japos” a los mandos de motos como XJ600 y FZR1000; también una SR250 se cruzó en el camino, aunque no tenía nada que ver con el poderío de la compañera de facultad, mi OSSA Copa 250, más potente… Eso sí, con arranque por palanca y alumbrado inestable.

Todo el párrafo de arriba se puede resumir en las siguientes palabras: si te gusta lo retro y te identificas con algunas de las décadas doradas de Yamaha, la XSR900 podría ser la moto de tus sueños. Durante su reciente presentación, el “staff” de la firma de los diapasones insistió mucho en ciertos elementos conceptuales sobre los que se cimienta la familia Faster Sons, tales como pasión, herencia sport, dinamismo, modernidad, sensaciones, técnica, prestaciones… Un “todo” que engloba una filosofía de vida, de entender la moto y en la que la nueva XSR900 encaja a la perfección, más incluso que la XSR700 me atrevería a decir, aunque todavía no la he tenido bajo mis posaderas para decírtelo de primera mano.

Como ves, de entrada esta Yamaha no es una moto cualquiera, sino que cuenta con un largo bagaje a sus espaldas. La decoración con colores Yamaha Racing USA no es más que parte de su idiosincrasia. Con ellos, la marca nipona recuerda con orgullo los años en los que volvía al entonces denominado Continental Circus, MotoGP en la actualidad. El regreso se hacía de la mano de Kenny Roberts, un visionario en planteamiento de las carreras, estilo de conducción, trato con otros pilotos e incluso la prensa, etc. ¿Por qué le llamarían “el marciano”? La respuesta es obvia. Tan fuerte era su carácter que todavía hoy se le recuerda dentro y fuera de las pistas. La variedad cromática que identifica a una de las tres principales versiones de la XSR900 así lo atestigua, y me atrevería a decir que si peinas canas al ver la “60th Anniversary” te ha dado un pequeño vuelco al corazón, ¿o no?

Heritage

La herencia racing de Yamaha vale su peso en oro, y qué mejor forma de aprovechar un excelente currículum que transmitirlo a las nuevas generaciones, aquellas para las que, tal vez, ni siquiera sepan que hubo una RD350 que aceleraba el ritmo cardíaco de quien la pilotaba. Pero si además nos encontramos en un mundo en el que lo retro está de moda, ¡miel sobre hojuelas! Después del primer impacto a la vista, te das cuenta de que no necesariamente la versión Aniversario es la más atractiva. El depósito azul con tiras grises te hará recordar las XS y RD japonesas previas a la 350 que llegaron a nuestro país en los años 80. Según Yamamoto San, jefe de desarrollo de la XSR900, las primeras RD han servido de inspiración en carácter y filosofía: el aire clásico de motos emblemáticas de ayer mezclan la tecnología de hoy, para lo que el motor CP3 es perfecto, suave pero con pegada, elástico pero con respuesta útil desde muy abajo hasta las 10,000 revoluciones.

Así lo pude comprobar rodando por carreteras de asfalto impecable en Fuerteventura. La isla canaria es simplemente perfecta para probar una moto, con 25 grados durante las horas centrales del día, tráfico aceptable y curvas de todo tipo. La XSR demuestra su buen talante desde el principio, con una suavidad extrema circulando entre tráfico urbano, donde tal vez la primera relación de su cambio de 6 velocidades se quede algo larga, pero se trata más de adaptarse al tacto del tricilíndrico que cualquier otro inconveniente; incluso si tienes que accionar el embrague, su funcionamiento es el que esperas, con recorrido generoso, suave con nuevos muelles y progresivo en salidas.

De entre las tres curvas de motor disponibles, me quedo con la estándar. No es la más agresiva, como la A, ni tan lineal como la B, que podría emplearse sobre asfalto mojado llegado el caso. Con el modo “STD” seleccionado desde la ampuñadura derecha, la XSR simplemente te invita a disfrutar de la moto en el pleno sentido de la palabra. No pude evitar comparar la FZ-09 con esta XSR, y lo primero que me sorprendió, estética y filosofía aparte, fue la posición a los mandos, con nuevo asiento más elevado y depósito alargado. Todo ello consigue que no cargues tanto peso sobre la rueda delantera, desplazando el cuerpo hacia atrás y dejando correr la moto para vencer el viento. Sí, porque con lo que corre la XSR, la verdad es que no te quedará otra que pelearte con el aire, aunque pocas veces he disfrutado tanto luchando contra él. La inmediatez de respuesta a cualquier giro de gas, ya sea corto o repentinamente amplio, acaba emborrachándote a los mandos. El tacto del cambio es muy correcto, con un recorrido ni corto ni largo, simplemente en su justa medida, y un selector que permite olvidarte del embrague subiendo marchas.

Hoy, como ayer

Unir pasado y presente ha creado corrientes de moda y opinión que derivan en estilos de vida impensables años atrás. Lo que era “viejo”, ahora es “vintage”, “cool” y otra serie de palabras francófonas y anglosajonas que vienen a decir que “nos gusta”. Llámalo como quieras, pero la mezcla de aspecto retro con prestaciones y tecnología de hoy merece todos mis respetos. Basta un ejemplo: las suspensiones son ahora más firmes que en la FZ-09, ¡bien pensado!, sin embargo se echa en falta más progresividad en el amortiguador y un tacto más firme de la horquilla para soportar las frenadas que son capaces de desarrollar las pinzas monobloque anodizadas. Ahora bien, después de haberme divertido todo un día a sus mandos, ¿crees que me importaba lo suficiente como para cambiar de opinión? Reconozco que soy el primer sorprendido al decirte que no, pero así fue. Cuando sucede algo así es síntoma de que lo que tienes entre manos funciona, olvidas lo que te rodea y piensas más en el aspecto lúdico que en cualquier otra circunstancia… Está claro: ciertos conceptos han cambiado en tu mente. Por ejemplo, el que relaciona eficacia y calidad de materiales… sin olvidar un mínimo, como disponer de control de tracción y ABS. Me ha dejado tan buen sabor de boca que quizá, quien sabe, acabemos siendo más que amigos. Me puede la nostalgia, lo confieso, pero valoro el buen hacer después de llevar más de 25 años como periodista y, de ello, esta XSR900 viene bien servida.

Estaremos pendientes de su llegada a México, de lo cual te estaremos informando nuestras plataformas digitales, en cuanto la marca nos de su primer informe o mejor aún nos invite a su presentación.

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