FZ-10 S 1000 R «Sin límites»

Al igual que las Custom, el diverso mundo de las Naked cada vez se ve más nutrido e interesante. Las nuevas propuestas en este segmento, cuidan de ofrecer una opción que verdaderamente se adapte a nuestras necesidades, pero como sabemos, al mismo tiempo deben ofrecer ese plus como medio de transporte, la dosis de adrenalina. 

En este caso decidimos juntar dos de las motocicletas más potentes y veloces del mercado, con motores que obtienen su desarrollo de las propias superbikes de la firma a la que corresponden. En el caso de la alemana, la BMW S 1000 R aprovecha el poderoso tetracilíndrico de la S 1000 RR mejor conocidad como la “doble erre”, aunque ha sido limitado, para entregar los nada despreciables 160 HP. Por otro lado, la Yamaha FZ-10, toma la mecánica de la brutal YZF-R1. La puesta a punto se ha adecuado para una entrega mucho más efímera que en el caso de sus predecesoras, con el fin de aprovechar su potencial desde ritmos bajos.

Una nueva era

La FZ-10 tiene poco en nuestro mercado y es que la Yamaha a pocos años de estrenar la YZF-R1 se encargó de crear un modelo que tuviera esa esencia super deportiva, pero con rasgos y utilidad de una autentica citadina o viajera. Las prestaciones de cada segmento son sustancialmente diferentes, sin embargo, se dirige a un público exigente, que no quiere llevar a una deportiva como tal, pero si mucho poder disponible y una conducción en la cual, la moto se mueva de manera parecida al manejo deportivo.

Uno de los puntos principales a notar de la FZ-10 es su aspecto, gracias a toda la combinación de elementos y lineas que lleva. Comenzando en el frente, equipa dos lupas independientes (heredadas de la R1), de diseño geométrico, que le aportan una mirada agresiva agresiva y distinta a cualquier otra moto; pero no solo es eso, el tanque y tapas laterales siguen este esquema, con detalles fuera de lo común y trazos de corte asimétrico, incluso, puede parecer una moto concepto. Su motor queda a la vista, ya que al pertenecer al segmento naked, esta es una de sus cualidades. Dicha máquina, complementa el estilo futurista, culminando por darle el toque de fuerza y rudeza que lleva en todo su ser. 

Parecido pero no igual 

El motor, es tetracilíndrico “crossplane” CP4 de 998 cc, si, el mismo de la R1, pero con algunas piezas nuevas, específicamente diseñadas para el uso de la FZ, por lo que se ha visto reducida su potencia hasta los 160 HP a las 11,500 rpm. Elementos como las bielas, los pistones, el cuerpo de inyectores, el mapa de alimentación, el airbox y el sistema de refrigeración, son diferentes a los que lleva la R1. Evidentemente, todo esto es lo que nos lleva a su menor numero de revoluciones (limitado a 13 mil vueltas), ya que es un trabajo más progresivo y que entrega de forma briosa una vez que llegamos a altos ritmos de giro.

En lo que respecta a las ayudas electrónicas, destaca su triple modo de conducción (STD, A y B), donde A, entrega totalmente sus 160 equinos, B, podemos considerarlo como un modo carretero y STD, como un modo de lluvia. Asimismo, ABS Bosch (no desconectable), control de tracción TCS (desconectable y con tres niveles de intervención) y el control de crucero (funciona a partir de 4ª velocidad entre 50-180 km/h). Embrague anti-rebote (A&S), instrumentación digital LCD, iluminación full-LED y toma de corriente de 12V, completan la avanzada electrónica que lleva la FZ-10. Una de las grandes ventajas de esta innovadora motocicleta, es que puedes recorrer muchos kilómetros en carretera, circuito o ciudad sin llegar a fatigarte o cansarte. La postura es muy cómoda gracias a su manillar alto, que permite ir en una posición erguida. Las suspensiones son suaves, como para andar sin miedo a las irregularidades de la ciudad, pero sin llegar a ser tan duras como en una deportiva, esto, igualmente pasa factura en un manejo más dinámico. La cereza de este apartado, es que puede ser ajustada al gusto propio en los diferentes reglajes de manera manual. 

La rival a vencer

La S 1000 R se coronó en este segmento con mucha anticipación, aprovechando todas las ventajas que llegan de su casa de origen, como la electrónica. En este apartado, no es de extrañarnos encontrar todas aquellas ventajas que se aprovechan en otros productos de la gama, como los frenos ABS de dos canales, control de tracción desconectable (DTC), reglajes de suspensión gestionadas electrónicamente o bien, los modos de manejo, donde figuran: Rain, Road y nuestro favorito, Dynamic; que libera todo el potencial con una entrega por demás sustancial.

Se trata de una verdadera adecuación de la “doble erre” a un modo de calle. Pues si bien el frontal aguarda un rostro minimalista con dos ópticas asimétricas incandescentes (una de ellas, con proyector integrado), solo esto y el manillar de una pieza, la hacen distinta a la versión de pista, pues la posición de los pies, asiento, y diseño del tanque y colín, son exactamente iguales, incluso, las tapas laterales con las ya clásicas branquias, que solo excentan al lower. Esto puede cambiar tu experiencia a bordo de ella, ya que si buscas una moto de calle cómoda, característico de una naked semi-erguida, en realidad, la posición es mas bien inclinada, lo cual, puede provocar fatiga en tus muñecas o espalda a lo largo del recorrido, sobre todo en situaciones de tráfico. Igualmente, su radio de giro no es tan amplio, por lo que maniobrar, es más complicado, sin embargo, si es mayor respecto a la RR. Un tema que puede incomodar, es el habitual despido de calor por parte del motor, algo clásico en este tipo de propulsores de más de 600 cc.

Pero puedes olvidarte de todo esto una vez que te dispongas a un tramo despejado o carretero, aún mejor, en pista. La S 1000 R va sobre rieles y lo primero que notamos, es su perfecta calidad de marcha, gracias a la dureza natural de las suspensiones, que incluso, permiten “clavarla” mejor en cada trazo de giro. La entrega de potencia y torque, es mucho mas efímera que en la japonesa, aunque ello también exige un cambio de marchas mas apresurado, el corte máximo recomendado, a las 9,500 rpm. Aquí, la postura de manejo, tacto de frenos –sustentado por Brembo y Nissin- en pinzas y bombas respectivamente, y su violenta respuesta desde bajo régimen, se aprovechan al máximo, incluso, la dureza de su asiento. 

Párrafo aparte merece la caja de velocidades, con un tacto suave y preciso, donde engranar cada marcha es un verdadero placer. Rara vez conocerás la quinta o sexta marcha, pero al contar con el sistema Quick Shift Pro, puedes olvidarte completamente del embrague en asensos o descensos, reduciendo tus tiempos de aceleración y recuperación, permitiéndote realizar los cortes de caja como todo un piloto de MotoGP. 

Rivales pero no enemigas

Ambas, presumen su control crucero electrónico y una amplia pantalla LCD monocromática con gran diversidad de contenido, sin embargo en la S 1000 R, aún recurre a un reloj análogo para el tacómetro. Ahora sí, podemos presumir que contamos con más de una opción para elegir a nuestra verdadera compañera y tomar muy en cuenta a estas  máquinas completamente radicales, verdaderas Streetfighters.

{gallery}FZ10 versus S 1000 R{/gallery}

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *