Nos deja un grande: Remo Vecchi

Don Remo Vecchi Giuffredi. Nacido en Parma, Italia en 1932 llegó a México en los años 50 a México. Jamás se imaginó que su viaje de tres meses a México, como lo había acordado con los señores Hesse, se convertiría en una estancia casi de por vida en una industria que lo mantuvo siempre cerca de las dos ruedas.

La intención original de su visita a la ciudad de México era asesorar al grupo Acermex en la fabricación de bicicletas, empresa que luego se convirtió en Windsor. Después de pasar un tiempo en nuestro país y viendo las motos que importaban, sugirió fabricarlas en nuestro país y la respuesta fue “adelante, vamos a fabricar motocicletas”, nació Carabela. Los motores se trajeron de Italia, desde 80 y 100 cc, hasta los de 355 cc, el cuadro y demás componentes se fabricaron aquí. Se produjeron modelos como la Pony, la Centauro, Coyote, Marquesa, etc.

Como las grandes marcas, Carabela incursionó en las competencias, y junto con sus hermanos Walter y Jean Carlo formaron un equipo y comenzaron a llevar a la marca a triunfos en México, Estados Unidos, Italia, entre otros junto con algunos récords de velocidad.

Independientemente de lo corporativo, don Remo inculcó siempre un amor y pasión por esta actividad, el motociclismo enseñando siempre a los que aún desconocían esto que llagaría a ser lo que ahora es. Su legado incluye a sus cuatro hijos, Walter, Remo, Giancarlo y Valeria, y muchos nietos que han heradado la pasión por el deporte.

El 18 de mayo, y de manera tranquila Don Remo nos ha dejado pero no su legado. Gracias a nombre de varias generaciones mexicanas que nos iniciamos y disfrutamos con sus creaciones. Descanse en Paz Sr. Remo Vecchi.

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