Ruta Durango-Mazatlán 2017
La cita fue desde el pasado jueves, con la tradicional cena de pilotos, donde además de conocer aspectos de la ruta se hizo una rifa para aquellos asistentes con artículos proporcionados por uno de los patrocinadores; cascos y goggles, así que aquellos ganadores podrían estrenar al día siguiente. Como es clásico en las rutas, el inicio de actividades es desde temprano, se alistan los vehículos, los pilotos y todos aquellos que inician ruta deben tomar un desayuno, no sin antes enviar el equipaje con el staff del evento. El centro histórico del estado de Durango fue sede del banderazo oficial, que junto con pirotecnia desde el atrio de la catedral daba inicio a las actividades, con 280 kilómetros para el primer día había que acelerar el paso.
Como toda ruta el ambiente entre motoclubs está más que presente, durante nuestro recorrido podíamos ver a varios grupos hacer una parada a la sombra de algunos árboles para refrescarse o comer algún snack. Entre los vehículos que realizaron la ruta tuvimos a los famosos Razor de Polaris, Can Am con los Maverick, hasta un par del nuevo Maverick Max X3 y pudimos apreciar un YZX1000R como en el que viajamos en el Coast to Coast 2017. Es claro que muchos de ellos, portaban equipos de audio, por lo que la diversión en ruta se ve enriquecida con tu música preferida.
Con el jersey, en combinación de color azul con morado podías ver a los participantes a lo largo del recorrido y es que en la ruta más de 200 fueron los registrados. La mayoría de registrados recorrieron los 280 kilómetros para llegar a Mexiquillo en Durango, dónde varias cabañas esperaban a los pilotos, ahí todos descansaron y recuperaron energías para un segundo día. El recorrido de Mexiquillo a Mazatlán sería de 220 kilómetros por lo que iniciar temprano era obligatorio, uno a uno salían a ruta tras desayunar y recibir su respectivo box lunch; burritos, jugo, una naranja y una gaseosa serían lo que los pilotos degustarían cuando lo decidieran.
La ruta nos regaló buenos paisajes, aderezados con la polvadera generada por los Side by Side. Para el segundo día algunos decidieron tomar carretera y así disfrutar de más horas en la playa; otros como todos unos valientes (debemos incluirnos) decidimos completar la ruta, la sierra entre Durango y Sinaloa generó retos, en esta ocasión los cruces en ríos no fueron protagonistas pues el nivel del agua no era alto, dicha ruta nos regaló ascenso y descensos de hasta mil metros sobre el nivel del mar.
La llegada a Mazatlán fue un éxito pues temperatura obligaba a refrescarse ya sea en el mar o en las albercas del hotel, agradecemos las atenciones por parte del staff y de la organización, así como la participación y buena vibra de todos los participantes, nos quedamos con ganas de lluvia y es que el clima seco nunca abandonó la prueba.
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