Aprendiendo a volar. Curso en Pista

 

Una de las mejores pistas para practicar el motociclismo de velocidad en México es el Ecocentro de Querétaro, un pavimento en excelentes condiciones y una zona de paddock idónea para congregar a buena cantidad de asistentes, y sobretodo la garantía de contar con un seguro incluído en el curso (por cualquier eventualidad), eran parte de los muchos ingredientes que tuvo esta invitación del Club Motociclismo y de Suzuki de México.

Fueron casi 50 participantes lo que desde temprana hora llegaron con sus diferentes motocicletas, o bien deportivas o bien doble propósito, la idea era afinar su conducción y recibir los consejos de los expertos que fungieron como instructores y monitores, entre los que destacaba la presencia del campeón mexicano de velocidad, recién coronado una vez más en este 2014, Nahún Álvarez, quien compartió su experiencia con cada uno de los participantes. También otro de los pilotos renombrados que participó para trasmitir su conocimiento fue Luis Aramoni, quien tiene, además de una gran experiencia como piloto en activo, un gran reconocimiento como instructor en este medio.

Se sumaron a este curso pilotos como Gilberto Alcalá, quien también ha desempeñado la labor de docente del motociclismo durante varios años y complementó la plantilla de instructores el joven piloto Luis Enrique López, todos ellos reconocidos en el ambiente de la velocidad. De esta manera, las condiciones resultaban ideales para un día lleno de acción en la pista.

Mejor imposible

Las lluvias de la temporada hacían que nos tronaramos los dedos, pues, aunque es posible rodar “en mojado” no resulta lo óptimo, no obstante, el clima también estuvo de nuestro lado en todo momento y un sol que asomaba por varios minutos calentaba lo suficiente la pista para la mejor adhesión de las ruedas.

Fueron cuatro grupos lo que se formaron de acuerdo al nivel de experiencia, varias GSX-R tanto 600 como 1000 se vieron, lo mismo algunas V-Strom y desde luego superdeportivas de otras marcas, pues se trataba de un evento multimarca. Los dos primeros grupos tomaban una sesión de teoría, donde se asimila lo que debes conocer sobre tu moto, sobre las fuerzas que intervienen en su accionar, la posición sobre la moto y en general sobre las cosas, que aunque ya varios dominan, tienen una explicación física y científica; tras varios minutos de esta charla se abró la pista y estos dos grupos a las órdenes de Luis y de Nahún hicieron primero un reconocimiento al circuito seguidos de los cursillistas, donde además se aprovechó para ir “calentando” las llantas. Una vez que los instructores lo creyeron pertinente, comenzaron a subir el “ritmo” mostrando la mejor trazada, la posición de manejo, las referencias de frenado en fin, cada uno de los asistentes era supervisado pues los instructores eventualmente paraban en algún sector del circuito para observar a sus pupilos y hacerles las sugerencias necesarias para un mejor manejo.

Lo mismo, aunque de acuerdo a su nivel de experiencia, ocurrió con los dos grupos restantes. Salía el grupo tres, y un minuto después el grupo cuatro, cada uno con su guía en tandas de más o menos 20 minutos. Así lo hicieron un par de veces hasta que tanta emoción demandaba recuperar fuerzas.

La comida estaba dispuesta y con un buffet muy variado y gran cantidad de bebidas hidratantes que satisfacían tanto a los pilotos como a los muchos acompañantes que asisitieron.

La sesión vespertina fue un poco más breve pero ahí ya se podían ver los progresos en cada uno, mucho más seguridad, mejor posición, mejor desempeño en general, la tarde caía y era el momento oportuno de tomar la foto grupal como recuerdo de un día de mucha acción. El broche de oro y la hora que esperaban muchos llegaba, era la tanda libre, una sesión sin ser “frenados” por el instructor y donde se podía aplicar al máximo el conocimiento y el haber rodado durante un día completo con la retroaalimentación de unos expertos, un día inmejorable para aprender a volar seguro sobre dos ruedas.

Espera más eventos del Club Motociclismo y participa.

Texto y fotos: Serafin Rebollo

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