Kawasaki ER-6n 2012

La Kawasaki ER-6n experimenta un importante lavado de cara y una interesante renovación en su parte ciclo. Son cambios que no afectan a su fi losofía y la hacen ganar puntos frente a sus duras rivales. Rivales de un segmento, el de las naked medias, que por su utilidad y económico acceso están cada vez más en el punto de mira de los más variopintos usuarios.

Kawasaki ER 6n

 

Con personalidad

La nueva ER6n llama poderosamente la atención. Adquiere ciertos rasgos de sus compañeras de marca de mayor cilindrada y carácter más deportivo, las Z750 y Z750R, por lo que se diferencia un poco de sus rivales japonesas.

Y es que se acerca bastante al diseño de las streetfighter más salvajes, salvando las distancias lógicamente. Sea como fuere, lo que sí es palpable una vez tomas sus mandos es que la Kawasaki ER-6n no es como éstas ni por tacto ni por carácter, tanto de su parte ciclo como de su motor bicilíndrico en línea.

Es una moto de componentes sencillos pero muy efectivos, y con la potencia necesaria para no imponer pero disfrutar, conformando como una accesible y agradable naked. Además de su atractiva estampa, destaca visualmente el nuevo cuadro de instrumentos completamente digital.

De noche se ve de maravilla, y entre sus exquisiteces cuenta con un ordenador de a bordo que indica consumo instantáneo, medio y autonomía. Además, encuentras dos cuentakilómetros, indicador de nivel de combustible y reloj horario separado. También un avisador de conducción eficiente mediante un testigo denominado «Eco», que se ilumina o no en función de la apertura del acelerador.

Se echa solo de menos un indicador de temperatura del líquido refrigerante. Su manejabilidad en parado es excelente. La nueva parte ciclo deja el asiento unos milímetros más alto que en el modelo anterior, pero también es más estrecho, por lo que no hay problema alguno.

El cuerpo queda ligeramente reclinado hacia delante. El manillar es ahora 20 mm más ancho y el depósito otros tantos más alto, y lo que exige mayor adaptación son sus estribos algo elevados, lo que obliga a una flexión de piernas mayor que en otras rivales.

Un hecho éste que ya se daba en la versión precedente. Por otro lado, el ángulo de giro del manillar es correcto, y por sus dimensiones te puedes mover con total libertad entre el tráfico. Así, en líneas generales la Kawasaki ER- 6n es una excelente alternativa como moto para usar todos los días, y a sus buenas características, hay que sumar un consumo realmente contenido (5,6 l cada 100 km a ritmo moderado), en lo que también ha influido la nueva regulación de la electrónica que emplea este modelo.

Esto no quita tampoco para que la ER6n no destile sensaciones cercanas a las motos deportivas.

Kawasaki ER 6n

Impetuosa

El carácter de su motor bicilíndrico en línea es impetuoso, y el comportamiento de su nuevo chasis y revisadas suspensiones, superior. Comparada con alguna de sus rivales, es por ejemplo menos agresiva y dinámica que una Ducati Monster 696, pero más que una Suzuki Gladius, que también es más suavecita y agradable para el día a día.

Aparte la ciudad y sus alrededores, el área de acción preferido por la ER-6n se encuentra en las zonas más viradas, dejando la autopista en último lugar por su ausencia de protección aerodinámica. Si piensas darle mucho uso en este ambiente sin duda lo mejor sería decantarse por la versión «f» por 600 euros más.

En puertos de montaña su nuevo chasis perimetral de doble tubo de acero, más estrecho y con un comportamiento prácticamente idéntico al anterior, proporciona una rigidez muy equilibrada, mientras que las revisadas suspensiones, que tienen más recorrido y son más progresivas que antes, mejoran el tacto general.

Y sobre todo el confort sobre asfalto irregular. Terminando con la parte ciclo, los frenos se muestran potentes, aunque las sensaciones sobre la maneta son discretas y no muy sensibles. En conjunto, la ER-6n divierte y convence dentro de su sencillez.

Motor experimentado

Otro de los rasgos de identidad de la ER6n es su propulsor bicilíndrico en línea refrigerado por agua y alimentado por inyección.

Remontándonos varias décadas en el tiempo, encuentra su origen en el montado en la conocida Kawasaki GPZ 500 de finales de los 80, y posteriormente en la KLE 500 de trail. Se caracteriza en esta última versión, que no varía respecto a la precedente, por su exquisita suavidad, ausencia de vibraciones significativas, y buen empuje a bajo y alto régimen de giro.

En medios responde bien aunque es algo perezosa. No obstante hay que tener en cuenta que su potencia máxima es de 67 CV verifi cados. También destaca una caja de cambios de seis velocidades agradable, que está bien escalonada y es bastante precisa. El consumo, tan importante en este tipo de monturas es igualmente muy ajustado.

Y la rumorosidad, con un sonido un poco soso a bajo y medio régimen, se transforma en excitante a medida que sube de vueltas, algo que se agradece y te incita a la acción.

Cambiando de tercio, dispone de un buen número de accesorios originales, como el ABS o las maletas, que aumentan su practicidad. Sin embargo no es una moto destinada a largos desplazamientos, y sí a destacar en un uso diario.

 

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